Estimados compañeros, directivos y familiares.
No les puedo mentir, escribir un discurso digno para el fin de lo que podría ser la etapa mas tranquila y llena de sueños en nuestra vida fue difícil. Asi que para usar términos mas apropiados para esta generación decidí hablar del universo.
He leído muchas cosas sobre la infinitud de este, sobre la penumbra oscuridad del espacio, la inentendible relatividad del tiempo y la gran magnitud de fuerza de la gravedad, pero hoy, hoy hablaré de las cosas más básicas y comunes, las estrellas.
Es indiscutible el gran brillo que puede tener una estrella, pero toda esa cantidad de luz que irradia una bola de energía cósmica no es solo una masa compuesta de gases y plasma, también es el punto en la lejanía que todo científico anhela estudiar, y que todo niño desea tocar. Su luz, no son solo partículas viajando a millones de kilómetros por segundo, sino que es el brillo de las noches mas oscuras y el arte mas precioso con sus constelaciones. Las estrellas son, para muchos, un truco de magia, pues es ese pañuelo que inesperadamente se convierte en dos o tres. Las estrellas son magnificas, incomparables, pero pueden ser por mucho, caóticas.
Muchos sabemos que es lo que sucede cuando muere una estrella, aquella gigante roja que parece ser indestructible, cuando muere, no hay espectáculo mas grande en el universo, que verla renacer como fénix de las cenizas.
Empieza lo que sería el deleite más grande para cualquier que haya imaginado algún placer antes. Las supernovas es símbolo de transformación, pero, sobre todo, de un inicio.
El inicio más grande de todo el universo es precisamente el final para la mayoría de estos, y hablo de los poderosos y supermasivos agujeros negros, la única fuente que puede alterar el espacio y tiempo por la inimaginable fuerza de su gravedad, que tanta es, que ni la luz puede salir de ellos, y aunque viven en su interior en inmensa oscuridad, su exterior, en el horizonte de eventos, es el caos mas brillante que alguna vez puede existir.
Durante mi pequeño universo en esta institución, he visto estrellas caminar por los pasillos siendo ese pequeño punto en el cielo para la humanidad, siendo preciosas para todo ojo que lo ve, pero inmensamente increíbles para la mente que las conoce.
Para todas aquellas estrellas que he visto llegar a apagarse, solo recuerden que esto es símbolo de poder explotar, de poder crecer, de poder ser supernovas y brillar millones de veces mas de lo que de verdad somos, podemos causar estruendos después de un momento de silencio absoluto. Porque se, que después de liberar un poder como este, cada estrella pequeñita, perdida entre la multitud por su poco destello de felicidad, podrá tomar este de impulso y de éxtasis, y convertirse en un supermasivo agujero negro, centro, base e incluso cima de cualquier galaxia.
Podemos ser poderosas, inmensas y caóticas, incluso cuando nuestro interior es oscuro como la noche, podemos provocar en el universo estragos que ni millones de soles podría. Asi que recuerden, no le teman a la oscuridad, al contrario, gócenla, no deje que sea fuente de su destrucción, si no de su poder, deje que todos hablen de ella, pero hagan que extrañen su penumbra, cuando sientan los estragos de su resplandor.
Sean lo mas grande de su universo, y recuérdenles a todos los que quieren apagar su luz, que la oscuridad no es nada más que símbolo de poder.
Para esta institución, no hay nada más que agradecimiento, pues sin darse cuenta, siguiendo solo con su trabajo, ven cada día el nacimiento de estrellas, guían para su transformación a supernovas y nos impulsan en nuestro camino a ser supe masivos agujeros negros. Para estos millones de pequeñas estrellas, ustedes, maestros, directivos, aseadoras, la bibliotecaria, vigilantes, e incluso nuestro querido perro, son partes de nuestro caos y orden, de nuestra luz y de nuestra oscuridad, son parte de nuestros pequeños universos, en la infinitud del tiempo.